Faltan pocos días para el desenlace de la impugnación a los resultados de la elección a gobernador. La resolución parece predecible tomando en cuenta los antecedes con que se cuentan hasta el día hoy. Todo hace indicar que será ratificada la victoria de Jorge Herrera Caldera, candidato del PRI, quien tomaría protesta el próximo 15 de septiembre en la ciudad de Gómez Palacio, Durango. Sin embargo, es conveniente analizar que pasará con los actores políticos de la Coalición, que tomaron parte en el pasado proceso electoral, independientemente de sus triunfos o derrotas.
José Rosas Aispuro: el político tamazulense tendrá puesta su mirada en 2016, puesto que el resultado tan ajustado de esta elección, lo motivará a intentarlo una vez más, ya sin Ismael Hernández Deras en el escenario. Para construir una eventual candidatura Aispuro deberá conseguir la senaduría en 2012, ya que esa posición le daría la posibilidad de erigirse como contrapeso opositor al gobierno estatal y recorrer el estado a manera de precampaña muy anticipada. Sin embargo tendrá que definir su accionar en 2011, donde no habrá espacio político para él, y que seguramente servirá para que el nuevo gobierno se asiente. Aispuro tendrá que definir si continúa con la bandera de independiente o decide al fin afiliarse al PAN o al PRD, los cuales a nivel local, tendrán dolorosos procesos internos que definirán su rumbo a corto plazo. Aispuro seguro negociará a nivel nacional, pero tendrá que tener en los actores locales, un respaldo para garantizar el primer lugar en la fórmula de la senaduría, ya que de otra forma, podría complicarse su llegada a la Cámara, eso claro si se decide por el PAN, ya que el PRD tiene casi nulas esperanzas de acceder a una senaduría de mayoría en Durango.
Rodolfo Dorador: su segunda derrota electoral lo pone en una desventaja frente a sus enemigos políticos al interior del PAN, que con este revés, buscan mermar la influencia del senador en las decisiones internas que se avecinan, como lo es la renovación de consejeros políticos estatales y de los directivos municipales y el estatal. Dorador tendrá que reinventarse de nueva cuenta si quiere continuar en el pandero. Ya quedó claro que sin la ayuda de los Gallos, Dorador no ganará una elección local. Fito tendrá que negociar más que tratar de imponer. Su futuro deberá estar en la Cámara de Diputados Federal, sin embargo se ve complicado que acepte contender de nueva cuenta en una elección de mayoría, por lo que no dudaría que busque acomodarse por la vía plurinominal en los primeros lugares. De no ser así, tendría que esperar a 2013 en la elección local, donde su espacio natural sería una diputación, ahí si de mayoría o plurinominal sin distingo; sin embargo esperar hasta ese momento tiene serios riesgos, ya que dependería de los resultados de la elección presidencial y de ver como quedaron los padrinos nacionales de Dorador. Un eventual descalabro en 2012, dejaría en la indefensión a Fito, ya que se prevé que los Gallos sigan dominando en Durango y ellos no permitirían que Dorador accediera a otro espacio de poder.
Juan Carlos Gutiérrez: el dirigente estatal del PAN tiene bien claro que tantos años al frente del partido le redituaran en una diputación federal por la vía de la representación proporcional. Como ocurriera actualmente con Bonifacio Herrera, el espacio preferencial en las pluris para Durango será para Gutiérrez Fragoso, quien como último encargo tendrá que dejar a su sucesor en el CDE. Lo peor que le puede suceder a Juan Carlos, es que Dorador le cobre facturas y busque también ese espacio en las diputaciones plurinominales, tratando de desbancarlo en las primeras posiciones y mandándolo a la incertidumbre de los lugares que dependen de muchos factores. Si no ocurre tal escenario, Juan Carlos estará como legislador federal de 2012 a 2015, manteniendo a los Gallos con sus conexiones nacionales.
José Ramón Enríquez: tendrá que seguir administrando su parcela política llamada Convergencia, con un capital bastante mermado, y no hablo del económico. Enríquez va en decadencia, su etapa más prospera fue en 2006 cuando se lanzó para senador, luego de desprenderse del grupo del gobernador Hernández Deras. En ese momento, Enríquez representaba a un sector de la burocracia que estaba inconforme con Ismael y que veía en el doctor, un contrapeso y un proyecto alternativo al presentando por el gobernador. Sin embargo la falta de oficio político del oftalmólogo y la decisión de abanderar la causa de Andrés Manuel López Obrador, mermó su fuerza y acabó con la incipiente efervescencia que tenían sus seguidores. El golpe final lo dio cuando abandonó a sus bases, luego de la derrota de 2000 y decidió darse un viajecito a Europa para despejarse. Hoy Enríquez, no tiene una estructura o grupo fuerte que lo respalde, sino al contrario, tiene el lastre de un partido membrete como Convergencia, que compitiendo solo, es muy probable que pierda el registro en Durango. José Ramón deberá replantear su accionar político ya que no tiene posibilidades en 2012, y para 2013, a menos que vaya en alianza, no se ve por donde pueda conseguir un puesto de elección popular.
Soledad Ruiz Canaan: muy mal le ha ido a la doctora desde que dejó al oficialismo. Luego de llegar a la dirigencia del PRD con el respaldo de la cargada oficial, abandonó ese barco y se montó en el de la oposición belicosa. No pudo conseguir la nominación de su partido por la vía plurinominal y no solo eso, sino que tuvo que competir por un distrito de mayoría. Además de ser derrotada en las urnas, fue desconocida como presidenta por sus mismos compañeros. A pesar de que la presidencia se encuentra en litigio interno, si la restituyeran no tendría gobernabilidad, ya que las tribus que están en su contra son mayoría. A la doctora solo le queda la esperanza de volver a la nómina estatal, de donde nunca debió salir.
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