jueves, 7 de abril de 2011

LOS NUEVOS TIEMPOS DEL PAN

Luego de trece años en el poder, el grupo de Los Gallos perdió la mayoría en el Consejo Estatal que elegirá a la nueva dirigencia estatal del PAN, de los 80 consejeros electos tan sólo obtuvieron 32, mientras que la alianza Dorados-Elizondistas consiguió 48; una derrota contundente.
Con estos números es un hecho la salida del grupo hegemónico panista, el cual durante 13 años mantuvo alianza con otros grupos como el de Lerdo de los Castro Lozano así como con liderazgos como Bernardo Ceniceros en Guadalupe Victoria y Miguel Ángel Jáquez en Santiago Papasquiaro. Termina pues una era de logros y descalabros del panismo.
A Juan Carlos Gutiérrez Fragoso, presidente del partido y cabeza visible de Los Gallos, se le cuestiona su pasividad ante el gobierno de Ismael Hernández Deras así como sus derrotas en 2006, 2007 y 2009. Pero también se le reconoce que fue de los principales impulsores de la coalición electoral en 2010 que estuvo a punto de conseguir la gubernatura y que obtuvo la mayor cantidad de ayuntamientos en la historia del panismo, aunque varios de ellos fueron encabezados por perredistas y hasta ex priistas; ahora muchos de esos ayuntamientos enfrentan serios problemas de gobernabilidad.
Rodolfo Dorador no le perdona a Los Gallos la falta de apoyo en su campaña para alcalde en 2004 y el sospechoso voto diferenciado de  2010. Los elizondistas reclaman que fueron ninguneados como fuerza interna y que rara vez los tomaron en cuenta en la dirigencia estatal.
Trece años generaron un desgaste natural, además de que Los Gallos terminaron convirtiéndose en una agencia de colocaciones plurinominales más que conseguir un crecimiento electoral constante. La mayoría de ese grupo terminaron siendo regidores, diputados locales plurinominales, diputados federales plurinominales y senadores de primera minoría.
Si bien lograron ser una oposición responsable en el estado, también fueron señalados en muchas ocasiones como serviles y hasta exageradamente colaboracionistas con el gobierno en turno.
Hoy el PAN tiene ante su horizonte grandes retos por cumplir.
En toda democracia una oposición fuerte beneficia hasta al propio partido gobernante, ya que sube la calidad del debate y mejora la propuesta política al ciudadano. Una oposición débil y desarticulada genera el conformismo del partido principal y hasta el desánimo ciudadano.
Sin embargo la dirigencia estatal del PAN, liderada por Víctor Hugo Castañeda, tendrá muy poco tiempo para trabajar en la creación de nuevos cuadros y en el fortalecimiento de sus estructuras. La elección de 2012 está  a la vuelta de la esquina y el panismo es quién más retraso lleva en su estrategia rumbo a la Presidencia de la República.
Además encuentra un marasmo pasmoso en sus representantes populares y sus dirigencias municipales:
Los senadores panistas se encuentra de lleno en sus labores. Andrés Galván nunca volvió al activismo político en el estado, los casi cinco años en el Senado han sido nulos en producción política para su partido. Rodolfo Dorador si se mantuvo activo hasta antes de la elección de 2010. Luego tomó un periodo de descanso para luego incorporarse a la labor partidista en el Comité Ejecutivo Nacional.
Los diputados federales panistas rara vez se aparecen por Durango, al menos Bonifacio Herrera hace presencia en las conferencias de prensa pero siempre toca temas nacionales que poco impacto tienen en la entidad. Laura Elena Estrada ha sido más gris que cuando fue diputada local y eso era difícil de conseguir. Ninguno de los dos aprovecha el gran espacio que es una diputación federal en términos mediáticos y políticos.
Los legisladores locales no tienen agenda común. Mientras que Jorge Salum cuida al extremo sus declaraciones para seguir construyendo su candidatura a la presidencia municipal de Durango en 2013, Gina Campuzano agarra parejo y no suelta los temas hasta que ya nadie recuerda porque lo tomó en primer lugar. Judith Murguía no está afiliada al PAN y Aleonso Palacios es de bajo perfil.
En el Cabildo el PAN no logra posicionar ni el nombre de sus regidores. Es tan pobre su desempeño que les ha comido el mandado Sergio Silva del PT y Alejandro Arellano del PRD, no sólo en temas sino en argumentos. Muy poco hay que resaltar de la labor de Gabriel Mendoza y Patricia Jiménez.
Mientras que la dirigencia municipal de Durango… si alguien puede recordar el nombre del presidente debería ser motivo de un premio.
La operación política del PAN deberá ser sumamente precisa y efectiva, ya que si no las pugnas internas volverán a ser la constante.
El cambio en el grupo en el poder el PAN deberá significar un cambio de acciones, no sólo de personas.
El PAN en Durango experimenta una reestructuración. ¿Y los demás partidos para cuándo?

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